Nuestra vida puede cambiar en un
abrir y cerrar de ojos, y aun lo que nos parece imposible, cada día vemos que
puede ser posible y más con la ayuda de Dios, inicio este artículo de esta
manera porque compartiré con ustedes una experiencia que confirmó lo que ya sabía,
pero sin embargo no lo tenía claro y es la faceta de facilitador/maestro,
estando claro que todo con la ayuda y dirección de Dios puede ser posible…
Desde el 2014, decidí exponerme y
experimentar esto de la docencia, los primeros procesos evidentemente fue la observación
y nació en la Unidad Educativa Estatal “Lucas Guillermo Castillo”, lugar donde
cursé la primaria, allí comencé a observar e interactuar con los niños de 1er
hasta 6to grado durante ese proceso aprendí lo básico para crear una conexión o
empatía con niños, posteriormente, quizás
lo más importante crear la confianza necesaria para comenzar a comunicarnos y
enseñar, constantemente veía a las docentes dar sus clases y eso me motivaba
muchísimo hasta que me animé a compartir con los niños historias que aportaron crecimiento
a su vida tales como: Las historias de David y Goliat, Abraham, Jesús, Moisés,
y también la impartición de los valores éticos y morales necesarios para vivir
en sociedad.
Pasaron los años y muchos niños
conocí y pude ver transformación y/o resultados en lo que compartía con los
niños, el gruñón, la llorona, la celosa, la envidiosa, el que peleaba, quien no
prestaba, todos y cada uno de ellos cambiaron de actitud y aptitud y a su vez
esos resultados sumaban crecimiento y aprendizaje a mi vida, en una de mis
tantas conversaciones con Dios decidí preguntarle: ¿Tendré yo el ADN de un
docente? Luego de esa conversación con Dios muchas personas comenzaron a notar
esa vocación o llamado a la docencia y me lo fueron confirmando amigos,
familiares, desconocidos y principalmente Dios.
Luego de eso pude concretar que
en efecto, me apasiona enseñar pero mi fuerte son los adultos, no obstante pude
notar que lo mío es el ámbito universitario, cuando instruía en los pasillos de
la universidad a cerca de economía,
política, historia, entre otras áreas que realmente me gustan, lo que para algunos
compañeros parecía complejo, yo tenía la habilidad de poder explicarlo a tal
punto que ellos pudieran comprenderlo, esa habilidad todos los días la pongo en
manos de Dios quien es el Digno de recibir toda Gloria pues todo viene de Él.
Pero fue este año 2018 en el que catalogue de
promoción, llegó la graduación del Instituto Capacitación Académica y Ministerial,
donde cursé estudios teológicos y canto, y mi sorpresa cuando recibí un mensaje del Coordinador Académico
del Instituto Canzion Maracay donde me invitaba a una entrevista de trabajo, a
la cual accedí gustosamente y con muchas expectativas, cumplí con todos los
requisitos que solicitaba el instituto y gracias a Dios pasé a ser parte del cuerpo
docente del mismo, allí comenzó formalmente una faceta de facilitador o docente
en la cual me llevó años aprender de manera andragógica y autodidacta, pero recibí
orientaciones con una muy buena amiga la Dra. Yumak Aponte con quien he
aprendido muchísimo sobre metodología y temas académicos, también eche mano tuve
a literatura sobre la docencia universitaria, aunado esto a las diversas experiencias con mis profesores
en la universidad, que me permitieron aprender herramientas y/o técnicas de
enseñanzas…
Dichas técnicas se vieron
plasmadas en el aula de clase, durante mi desenvolvimiento en el área pude ver
que cuando enseñaba y aprendía temas que me apasionaban como el liderazgo
transformacional, las diferentes formas de adorar a Dios entre otros, sentían
una satisfacción muy grata y más aún cuando los estudiantes razonaban permitiendo
esto desarrollar una dinámica amena en
el aula de clase.
Les manifiesto, que nunca pensé
que ejercería este rol a tan temprana edad 21 años, uno de los anhelos de mi
corazón es ser profesor universitario, pero no de dedicación exclusiva sino, a tiempo
parcial y ver esto hecho realidad me dejó sin palabras, claro está el temor
invadió mi mente, pero me armé de amor y me dije: Todo lo que quiera hacer lo
puedo hacer porque tengo el amor y la fortaleza de Dios en mi vida. Al
finalizar el semestre mi asesor académico me sugirió realizar una evaluación diagnostica
para saber ¿Qué tanto ha sido el impacto de las enseñanzas y que tal ha sido el
comportamiento del facilitador? Y alguna de las respuestas me dejaron aún más
sorprendido, entre ellas le comparto las siguientes:
- “ He podido aplicar lo aprendido en mi vida, en el área familiar, eclesiástico y de trabajo”.
- “La materia pasó mis expectativas cada estudio o unidad no pensé que serían tan profundas vimos mucho forma y fondo en la materia”
- “Siendo sincera me ha ayudado mucho en la toma de decisiones en cuanto a mejorar…” “Sus consejos y clases me ayudaron a mejorar mi manera de liderar a mi equipo de trabajo también pude trasmitirles a ellos información”
- "Esta materia me ayudado mucho pues me ha hecho evaluarme constantemente y poner en práctica cada principio y me ha ayudado a mejorar en mi liderazgo y darle la importante al trabajo en equipo”
- “Ha aportado crecimiento y una manera distinta de ver las cosas tanto espiritualmente como a nivel social, ha sido de bendición” (Quien desee corroborar dicha información le puedo pasar las evaluaciones vía web).
Estos son algunos de los tantos
testimonios que pude recabar de la evaluación diagnostica, es significativo destacar
que dicha evaluación fue realizada de manera anónima, es decir, no hay nombre,
para no parcializar la evaluación o el criterio. Por otra parte, estoy
profundamente agradecido con Dios pues, es Él quien hace todas estas cosas posibles y más
cuando nos disponemos ser su instrumento y bendecir familias, ministerios,
trabajos.
Finalmente, quiero dar las gracias a Canzion,
por la oportunidad brindada, que me permite crecer y aprender muchas cosas, sin embargo, sé
que hay muchos caminos por recorrer, a manera de reflexión pude apreciar lo
siguiente:
¾
Para Dios nada es imposible.
¾
Sí operamos desde el amor y la dedicación
podemos ver frutos maravillosos.
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La docencia no es para cualquier persona.
¾
Es necesario enseñar con un aprendizaje
significativo y un enfoque constructivista para reafirmar el ser y hacer en los estudiantes y no todo se
quede en letras.
¾
Cuando ponemos a Dios de primero podemos tener
grandes resultados.
Hay mucho más para dar y recibir
y sé que con Dios de la mano y de primero todo es posible, el título de este
artículo le cayó como anillo al dedo pues así comenzó todo, incursionando en la
docencia…
Estoy realmente orgullosa de tu habilidad para ejercer la docencia, aún cuando no la escogiste como carrera universitaria,veo con gratitud cuanto amas enseñar, en toda la extensión de la palabra. Porque enseñar no se trata sólo de ampliar la capacidad de la zona neocortez de nuestro cerebro, sino de lo límbico,acompañado de lo espiritual, del alimento para el alma que tanta falta hace a una generación donde la desesperanza es aprendida. Todo esto nos lleva a poner en práctica una sabiduría que viene de lo alto, lo cual nos hace verdaderos maestros que dan vida,que desarrollan habilidades, que ayudan a descubrir talentos, que dan estrategias y resuelven adversidades, todo de la mano de Dios,porque nuestra vida es Cristo y a él servimos.
ReplyDeleteMuchisimas gracias amén. ¡Vamos por más!
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